viernes, 21 de octubre de 2011

5.- Pelea contra ella

Marissa voló y casi me daba una patada giratoria si no me quitaba de ahí, <<Es un tiro de suerte>> pensé mientras corría lo mas rápido posible para sorprenderla por la espalda, pero cuando me di cuenta, ella ya estaba adelante de mí, OPORTUNIDAD PERFECTA, le di una patada en la espalda, haciéndola perder vuelo.


-¡Aura! me lastimaste. - dijo con voz demasiada infantil
-Tú quisiste una pelea sin que supieras que en una hay dolor - dije mientras me recargaba en la pared


En lo que yo pestañeé, ella me atacó, dándome un puñetazo en la cara. El golpe no fue tan doloroso, en unos segundos se me había quitado. Volví a correr para tomar vuelo para darle una patada, como en un libro de ciencia ficción. Le di el golpe de su vida en su espalda, ella se impacto contra el suelo de metal, parecía no reaccionar, me acerque a ella y le hable por su nombre. La sacudí suavemente y pensé <<¿Acaso la habré matado?>> tome su muñeca y su pulso aun seguía, pero cuando me di cuenta, había sido demasiado tarde: Ella me había dado un puñetazo en mi estómago y una patada giratoria. Me impacte contra el suelo frío de cristal, lo broté y ella empezó a reírse.


-Vaya, me gusto ese movimiento, la llamaré "Patada Tornado"
-¿Sabes que ese nombre en español suena patético? 


Traté de levantarme, fue en vano, una gota de color rojo cayó al vidrio.


-No importa, el caso es que al fin pude derrotar a una niña desvalida
-¡La desvalida eres tu Marissa! 


Maikel la golpeó por la espalda, haciendo que ella perdiera una ala de las 4 que tenia.


-¡¿QUÉ ES LO QUE HAS HECHO?! - gritó eufóricamente 
-Lo que tú le has hecho a mi amiga, ¡Bastarda sin gloria!


Se veía un poco emocionante aquella pelea, Marissa sin poder volar y Maikel con un aura azul metálica a su alrededor. Ellos empezaron a dar puñetazos y patadas, pero, después de unos minutos, me di cuenta que ellos empezaban a cambiar... Maikel hizo un escudo de telequinesis y Marissa empezaba a tener unas alas como el viento y tornados. Algo que no me podía perder... En mi cabeza, una voz dulce y ligera me dijo "levántate" y lo hice, corrí y ataque a Marissa, dejándola paralizada.


-¿Qué fue lo que le has hecho? - pregunto Maikel
-Le golpee en un nervio, genial ¿no?
-Sí, y te has recuperado rápido, tu cortada ya no está - me sonrió