viernes, 26 de julio de 2013

9.-Una sonrisa después de la melodía

Después de terminar de leer el diario científico de la doctora, Maikel me propuso que saliéramos a conocer por completo la ciudad o reino para respirar el aroma de la libertad y de la naturaleza... Cuando la princesa escuchó lo que habíamos propuesto, ella aceptó, pero con la condición de que ella también iría y que nos cambiáramos de ropa. Unas bucamas, que estaban en la misma habitación que nosotros, nos llevaron a un pequeño estudio, donde ella costuraba y hacía vestidos y trajes hermosos... Las bucamas nos dieron a escoger cómo queríamos vestirnos. Yo tomé un hermoso vestido, cuyos colores eran blanco y rojo, tenía unos hermosos olanes como fondo y un lindo moño oscuro... Le dije a la bucama que quería ir a cambiarme y ella me guió a un vestidor, que tenía muchos espejos. Tardé 10 minutos en cambiarme y tuve que pedir ayuda, ya que el cierre... Bueno, no lo podía alcanzar. Saliendo de ahí, en el estudio, Maikel vestía algo muy sofisticado: 

A pesar de que tenía apenas unos 6 años y que pronto iba a cumplir los 7, Maikel siempre fue prudente, serio, modesto entre otros. Así que siempre decía: "Si pudiera vestir algo, elegiría algo formal, no como lo haría alguien de mi edad". Y al parecer, si cumplió su cometido. Me sentía más infantil que nunca con ese vestido al verlo sentado. Cuando volteó a verme, sonrió. Yo sólo sentí que algo quemaba en mis mejillas... 

-Te ves bonita... A pesar de que estás roja- se levantó de su lugar
-Mi niña pero ¿Qué te a pasado?
-Eh... Nada... Supongo... 

Realmente me sentía nerviosa sin razón. No sabía que me iba a poner roja o algo por el estilo... Así que respiré hondo y me senté con ellos a disfrutar la bebida que Andrómeda nos había ofrecido hace un rato. Cuando terminamos, ella dijo que deberíamos conocer su reino un poco. Aceptamos, con tal de despejar nuestra mente de todo lo que había pasado ya...

Afueras del reino, estábamos en donde habíamos aparecido, buscando un tipo de maquinaria o algo por el estilo... Lo único que encontramos fueron piedras que construían el puente en donde habíamos aparecido... Yo ya estaba cansada, tenía sueño... Aunque Maikel aún quería continuar buscando para obtener mínimo una pista, << Déjalo, sabes que está haciendo lo correcto >> Pensé mientras iba al extremo del puente, al bosque... Algo me atraía ahí. Antes de que pudiera adentrarme más, oí la voz de Maikel... 

-¡Aura!-
-Mande..-susurré

Realmente me sentía atraída por algo... No me di cuenta del tono de voz de él... Cuando oí su desesperación, era tarde: 
Nos habían atrapado.